LA CASA DE PIEDRA DE ALCOLEA DEL PINAR
Lino Bueno podría pasar a la historia como personaje de leyenda si el mundo se parase a considerar el valor de su tesón y de su esfuerzo, que ha dado lugar a uno de los motivos de atracción más interesantes que tiene la provincia de Guadalajara: la Casa de Piedra de Alcolea del Pinar; cavada en la roca donde el esforzado campesino, picando de noche a la luz de un candil durante veintiún años de esfuerzo, después de su jornada habitual de trabajo, encontró el necesario cobijo para los suyos. Salón, habitaciones, cuadra para la burra, cocina, despensa, un nido dentro de la peña donde al fin se pudieron acomodar, más mal que bien, el matrimonio y una familia de catorce hijos.
La de Lino Bueno es una de las historias ejemplares que no se comprenden en este mundo nuestro tan falto de valores. Ejemplo de trabajo y de amor a la familia. Dos reyes de España con sus respectivas esposas: Alfonso XIII en 1928, y Juan Carlos I en 1977, se cuentan entre los miles de visitantes que han pasado por allí.
Lino Bueno podría pasar a la historia como personaje de leyenda si el mundo se parase a considerar el valor de su tesón y de su esfuerzo, que ha dado lugar a uno de los motivos de atracción más interesantes que tiene la provincia de Guadalajara: la Casa de Piedra de Alcolea del Pinar; cavada en la roca donde el esforzado campesino, picando de noche a la luz de un candil durante veintiún años de esfuerzo, después de su jornada habitual de trabajo, encontró el necesario cobijo para los suyos. Salón, habitaciones, cuadra para la burra, cocina, despensa, un nido dentro de la peña donde al fin se pudieron acomodar, más mal que bien, el matrimonio y una familia de catorce hijos.
La de Lino Bueno es una de las historias ejemplares que no se comprenden en este mundo nuestro tan falto de valores. Ejemplo de trabajo y de amor a la familia. Dos reyes de España con sus respectivas esposas: Alfonso XIII en 1928, y Juan Carlos I en 1977, se cuentan entre los miles de visitantes que han pasado por allí.
2 comentarios:
Lino Bueno es un ejemplo para los obreros de hoy en día. ¿A qué trabajador de hoy se le ocurriría hacer lo que hizo este hombre que llevaba la bondad en su apellido? Hoy parece que viste más hacer una sentada, manifestación o huelga de hambre. Y todo ello apoyado por unas organizaciones llamadas sindicatos que dicen defender sus intereses.
Y seguro que como buen vecino tendría que pagar al "Sr. Feudal", por su casa, sus características...porque a día de hoy a lo mejor, siendo un poco sarcástico algún banco o caja ya le estaba poniendo alguna denuncia de embargo o desalojo...
Por un trabajo digo. Una vivienda digna, olé, olé...Alcolea del Pinar
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