sábado, 21 de junio de 2008

PUEBLO A PUEBLO


“Nueva Alcarria”, el periódico donde escribimos como colaboradores desde hace tres décadas, nos encargó al cronista provincial, D.Antonio Herrera Casado, y a mí, que sacásemos adelante este proyecto en una larga serie de fascículos coleccionables que el entonces bisemanario iba sacando a la luz con una frecuencia semanal. Consistió el proyecto en un texto amplio, acompañado de dos o más fotografías, de cada uno de los pueblos, villas y ciudades de la provincia de Guadalajara. Fue una labor costosa, donde la constancia contó como virtud principal. Dos maneras diferentes de ver y de escribir sobre un mismo tema; pero complementarias. El estilo literario de cada uno de los autores añadió valor al conjunto de los trabajos.
El proyecto culminó al fin, los fascículos fueron apareciendo sin interrupción semana tras semana, ocupando al final unas 1.300 páginas, recogidas en tres tomos una vez encuadernada la obra.
El fragmento que hemos recogido como detalle corresponde al tomo tercer, cuya portada aparece en la fotografía, y pertenece al pueblo de El Sotillo.

(el detalle)

"El pueblo de El Sotillo, algo apartado de las principales vías de comunicación que recorren la Provincia, allá por la Alcarria del Alto Tajuña, es uno de esos lugares simianónimos con mayor contenido. Muy de pasada, porque el espacio no da para más, tocaremos al hablar de él tres temas solamente: la fuente pública, las costumbres y los alrededores.
La fuente de El Sotillo es una de esas memorables que, donde menos se espera, suelen aparecer dando carácter al pueblo que las posee. Sobre el largo pilón, a la entrada del pueblo, vierten a la vez en línea seis caños generosos. En el muro, bajo la figura en relieve de un busto de mujer, se lee: "Ayuntamiento de 1931. Siendo alcalde D.Alejo Langa". Sobre un lateral hay otro relieve en piedra que semeja la cabeza de un ternerillo, es un caño supletorio para cuando hay avenida que en el pueblo conocen por "La cabeza del perro".
Creo que en todas las tierras de guadalajara, y posible­mente de toda Castilla, no hay otro pueblo tan rico en tradi­ciones acerca de la Pasión como en éste de El Soti­llo. El día de la Santa Cruz las mujeres rezan los "mil jesuses", llevando la cuenta con el rosario. Dan veinte vueltas al rosario di­ciendo "Jesús". El día de Viernes Santo se reunen las señoras en grupos y rezan -casi siempre por el campo- treinta y tres credos sin volver la cabeza atrás; si alguna de ellas vuelve la cabeza, deberán empezar de nuevo; antes de comenzar con los credos, dicen: "Satanás, en mí no has tenido parte, ni tienes ni tendrás. En la noche del Jueves Santo cantan "La Santa Cena" y "El reloj de Jesús". Este último canto consta de 24 estrofas, una por cada hora del día. Comienza así:

Es la Pasión de Jesús
un reloj de gracia y vida,
reloj y despertador
que a gemir y a orar convida.

Como Patrona tienen en el pueblo a la Virgen de Aranz, con fiesta y romería el domingo anterior al día de la Ascen­sión. La Virgen del Rosario, con sus dos celebraciones, una en agosto y otra en octubre, goza así mismo del fervor popular.
Los buenos amigos de El Sotillo aconsejan a los recién llegados que visiten los rincones más pintorescos de su térmi­no. Las piedras en aguja de "Los frailes" y "El Barranco del Infierno" merecen un paseo, aun subiendo y bajando por sendas difíciles. Los husos de piedra que se consiguen divisar al cabo de un esfuerzo, y los cortes rocosos, inescalables, que el viento y las aguas de muchos siglos consiguieron alisar como piel de infante, regalan un espectáculo visual insólito. La "Cueva de la Mora", otro rincón para ver, está escondida bajo los cortes que rodean al cerro que dicen del Castillo. Uno se imagina en su interior la oquedad oscura de una cate­dral de extraterrestres, mentidero de vampiros, con su cúpula y su transparente por el que se clarea la luz."

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