Resultaría interminable un estudio detallado acerca de las fiestas tradicionales que se celebran en la provincia de Guadalajara a lo largo del año, y de hecho existen algunos tratados más o menos completos sobre este tema que, a manera de esbozo, no dejan de ser interesantes.
Guadalajara es tierra variada en climatología, en paisaje, en carácter de sus habitantes, y, desde luego, en maneras de vivir y en costumbres heredadas. Como tierra unida de raíz a sus ancestros, conserva infinidad de tradiciones populares, muchas de ellas relacionadas con las que en otro tiempo fueron fiestas mayores, y hoy documentos valiosos de un pasado rico en colorido y en rasgos etnológicos, aportación valiosa para el estudio de viejas culturas.
Las fiestas populares de Guadalajara se abren a lo largo del año con la "Fiesta Niño Perdido" de Valdenuño Fernández; en ella es la botarga su protagonista, a la que acompañan ocho danzantes que pasan varias horas de la mañana pidiendo dinero por todas las casas del pueblo, y luego intervienen en la Misa Mayor bailando algunas de sus tradicionales danzas de paloteo. Tiene lugar el domingo siguiente a la festividad de Reyes.
"Las Hogueras de San Vicente" se celebran en Sigüenza la noche del 22 de enero, fecha en la que parece ser fue reconquistada la ciudad a los moros por el obispo don Bernardo. Ante la casa de El Doncel se enciende una monumental hoguera.
"La Soldadesca de Mazuecos", en honor de Nuestra Señora de la Paz, se celebra durante y después de la Misa Mayor del día de su patrona, el 24 de enero. Una escuadrilla de muchachos, ataviados al uso de los soldados españoles de los Tercios de Flandes, escoltan al sacerdote oferente y corren la bandera en la procesión por las calles del pueblo.
En los pueblos de Aleas, Arbancón, Beleña y Retiendas, sale a la calle la botarga el día 2 de febrero, fiesta de la Candelaria. Los actos en cada lugar son de lo más variado. Ese mismo día tiene lugar en El Casar la fiesta popular de la "Carta de Candelas" a la que nos referimos con mayor detalle en otro apartado de este mismo trabajo; en tanto que al día siguiente, es Albalate de Zorita quien se viste de fiesta para honrar con diversos actos y dichos al obispo San Blas, con su botarga y danzantes correspondientes.
En Cogolludo y en Espinosa de Henares son famosas durante el día 5 de febrero sus fiestas bajo el mandato de las mujeres, en honor de Santa Águeda. Las féminas -dicen- son las protagonistas y las dueñas del pueblo en esa jornada.
El sábado anterior a la fiesta de Carnaval, salen en Almiruete las llamadas "Botargas y mascaritas". Es posible que se trate, esta de Almiruete, de una de las fiestas tradicionales más auténticas de cuantas se celebran en la provincia. Los cencerros que cuelgan de la cintura de los botargas, rompen durante toda la tarde el silencio hermético de aquellas serranías.
El domingo de Pentecostés sale en Atienza "La Caballada", fiesta a la que hemos dado en diferente sitio un tratamiento especial. El mismo día se celebra en Ventosa -Barranco de la Hoz- la llamada "Loa del Gallego" con auto sacramental y bailes de paloteo.
La festividad del "Corpus Christi en Guadalajara", tiene desde el siglo XV un carácter muy singular, pues en la procesión del Santísimo sale a la calle la llamada Cofradía de los Apóstoles.
Valverde de los Arroyos. "Octava del Corpus". Los elevados montes de aquella sierra son testigos en ese día de una de las más bellas fiestas populares de la provincia, en donde las rondas, los autos sacramentales, y la procesión solemne con el Santísimo Sacramento por los campos acompañado de los danzantes, dan una nota insólita a la celebración, colorista y de grato recuerdo para los asistentes que cada año acuden hasta el pueblo en mayor cantidad.
Los danzantes y botarga de la "Fiesta de San Acacio", actúan en Utande la penúltima semana del mes de junio. La danza más conocida de todo su repertorio es la de "Los peludillos".
A la Cofradía militar de Nuestra Señora del Carmen la conocen en Molina de Aragón por el apelativo de "Los Cangrejos", debido, sin duda, a la indumentaria roja con la que se visten los cofrades. También se llama "Compañía de Caballeros de doña Blanca". Sale en procesión, con gran colorido, aires marciales y visibles connotaciones militares, el 16 de julio de cada año.
"La Machada" de Bocígano es una fiesta eminentemente pastoril. Los mozos se disfrazan de zagales, de mayorales y de machos. Realizan bruscos movimientos a los que llaman "quiebros y requiebros"; luego comen migas de pastor en la plaza del pueblo. Suele celebrarse el penúltimo fin de semana del mes de agosto.
La última de las fiestas mayores tiene lugar en el pueblo serrano de Majaelrayo. Es la de los "Danzantes del Santo Niño". El atalaje que visten los botargas y los danzantes es similar al que lucen en Valverde de los Arroyos durante la Octava del Corpus; también las danzas que se ejecutan tienen en el fondo un cierto parecido. Se vienen celebrando durante la mañana del primer domingo del mes de septiembre.
Guadalajara es tierra variada en climatología, en paisaje, en carácter de sus habitantes, y, desde luego, en maneras de vivir y en costumbres heredadas. Como tierra unida de raíz a sus ancestros, conserva infinidad de tradiciones populares, muchas de ellas relacionadas con las que en otro tiempo fueron fiestas mayores, y hoy documentos valiosos de un pasado rico en colorido y en rasgos etnológicos, aportación valiosa para el estudio de viejas culturas.
Las fiestas populares de Guadalajara se abren a lo largo del año con la "Fiesta Niño Perdido" de Valdenuño Fernández; en ella es la botarga su protagonista, a la que acompañan ocho danzantes que pasan varias horas de la mañana pidiendo dinero por todas las casas del pueblo, y luego intervienen en la Misa Mayor bailando algunas de sus tradicionales danzas de paloteo. Tiene lugar el domingo siguiente a la festividad de Reyes.
"Las Hogueras de San Vicente" se celebran en Sigüenza la noche del 22 de enero, fecha en la que parece ser fue reconquistada la ciudad a los moros por el obispo don Bernardo. Ante la casa de El Doncel se enciende una monumental hoguera.
"La Soldadesca de Mazuecos", en honor de Nuestra Señora de la Paz, se celebra durante y después de la Misa Mayor del día de su patrona, el 24 de enero. Una escuadrilla de muchachos, ataviados al uso de los soldados españoles de los Tercios de Flandes, escoltan al sacerdote oferente y corren la bandera en la procesión por las calles del pueblo.
En los pueblos de Aleas, Arbancón, Beleña y Retiendas, sale a la calle la botarga el día 2 de febrero, fiesta de la Candelaria. Los actos en cada lugar son de lo más variado. Ese mismo día tiene lugar en El Casar la fiesta popular de la "Carta de Candelas" a la que nos referimos con mayor detalle en otro apartado de este mismo trabajo; en tanto que al día siguiente, es Albalate de Zorita quien se viste de fiesta para honrar con diversos actos y dichos al obispo San Blas, con su botarga y danzantes correspondientes.
En Cogolludo y en Espinosa de Henares son famosas durante el día 5 de febrero sus fiestas bajo el mandato de las mujeres, en honor de Santa Águeda. Las féminas -dicen- son las protagonistas y las dueñas del pueblo en esa jornada.
El sábado anterior a la fiesta de Carnaval, salen en Almiruete las llamadas "Botargas y mascaritas". Es posible que se trate, esta de Almiruete, de una de las fiestas tradicionales más auténticas de cuantas se celebran en la provincia. Los cencerros que cuelgan de la cintura de los botargas, rompen durante toda la tarde el silencio hermético de aquellas serranías.
El domingo de Pentecostés sale en Atienza "La Caballada", fiesta a la que hemos dado en diferente sitio un tratamiento especial. El mismo día se celebra en Ventosa -Barranco de la Hoz- la llamada "Loa del Gallego" con auto sacramental y bailes de paloteo.
La festividad del "Corpus Christi en Guadalajara", tiene desde el siglo XV un carácter muy singular, pues en la procesión del Santísimo sale a la calle la llamada Cofradía de los Apóstoles.
Valverde de los Arroyos. "Octava del Corpus". Los elevados montes de aquella sierra son testigos en ese día de una de las más bellas fiestas populares de la provincia, en donde las rondas, los autos sacramentales, y la procesión solemne con el Santísimo Sacramento por los campos acompañado de los danzantes, dan una nota insólita a la celebración, colorista y de grato recuerdo para los asistentes que cada año acuden hasta el pueblo en mayor cantidad.
Los danzantes y botarga de la "Fiesta de San Acacio", actúan en Utande la penúltima semana del mes de junio. La danza más conocida de todo su repertorio es la de "Los peludillos".
A la Cofradía militar de Nuestra Señora del Carmen la conocen en Molina de Aragón por el apelativo de "Los Cangrejos", debido, sin duda, a la indumentaria roja con la que se visten los cofrades. También se llama "Compañía de Caballeros de doña Blanca". Sale en procesión, con gran colorido, aires marciales y visibles connotaciones militares, el 16 de julio de cada año.
"La Machada" de Bocígano es una fiesta eminentemente pastoril. Los mozos se disfrazan de zagales, de mayorales y de machos. Realizan bruscos movimientos a los que llaman "quiebros y requiebros"; luego comen migas de pastor en la plaza del pueblo. Suele celebrarse el penúltimo fin de semana del mes de agosto.
La última de las fiestas mayores tiene lugar en el pueblo serrano de Majaelrayo. Es la de los "Danzantes del Santo Niño". El atalaje que visten los botargas y los danzantes es similar al que lucen en Valverde de los Arroyos durante la Octava del Corpus; también las danzas que se ejecutan tienen en el fondo un cierto parecido. Se vienen celebrando durante la mañana del primer domingo del mes de septiembre.
(En la fotografía: un aspecto de la Calle Mayor de Guadalajara durante la Procesión del Corpus Christi)
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